Y ahora llega el momento en el que la vida tiene que seguir, las primaveras pasan a ser otoños y los otoños, inviernos. Todo sigue un ciclo repetitivo, pero de manera distinta. Y es ahí, cuando respiras profundamente, donde te das cuenta de que lo que respiras no es solo aire, si no un puñado de momentos que te atormentan día a día en una monotonía que nunca cambia. Y también es ahí, cuando quieres que en ese momento, instante o como lo quieras llamar, acabe todo, hasta tu propia vida. Sentir que ya no perteneces a la cama donde estas tendido. Llorar y que eso sea lo último que hagas. Pero siempre con el corazón bien grande, por lo ayer sentido, por un yo que esperará hasta que el tiempo se haga eterno. Y sabes que ya nunca será la misma intensidad, pero un día, tal vez en el olvido, la hubo.
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Bloggers, última actualización de esta semana y de la que entra. Me voy a Londres. He cambiado la cabecera, necesitaba hacer algunos cambios; espero que os guste. Y nada, os dejo este texto donde reflejo la peor de las circunstancias que se pueden vivir: el no tener lo que ayer tuviste. Un gran beso y volveré dentro de una semana.
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Bloggers, última actualización de esta semana y de la que entra. Me voy a Londres. He cambiado la cabecera, necesitaba hacer algunos cambios; espero que os guste. Y nada, os dejo este texto donde reflejo la peor de las circunstancias que se pueden vivir: el no tener lo que ayer tuviste. Un gran beso y volveré dentro de una semana.
Buena entrada, sí :)
ResponderEliminarTe espero por mi blog, saludos!
http://escribiendomilhistorias.blogspot.com.es/
Muchas muchas gracias.
EliminarMe pasaré, no lo dudes. Un beso.
Oh, Dios, me he visto reflejada en esto :$
ResponderEliminarMuy buen texto y.. ¡que disfrutes de Londres!
Se te lee :)
Un beso,
M.
MUCHÍSIMAS GRACIAS! ME ENCANTA QUE TE GUSTE. UN BESO.
EliminarVaya! El texto es precioso =).
ResponderEliminar¡Espero que te lo pases genial en Londres!