
Horas de pensamiento continuo, horas de lucha interna sobre un corazón que necesitaba su sustancia principal. Horas sobre un papel intentando extraer de una caja esas líneas, esas tantas líneas que te dediqué. Horas imaginándote en un lugar a solas, y viviendo esa imaginación a mil por horas.
Proclame la guerra ante un sentimiento. Y pasa el tiempo, y pasan los días y la guerra sigue en pies. Y ahora, en este mismo instante, con una guerra por delante te digo:
Dicen que las guerras son malas, pero esta guerra me encanta. Y solo por el hecho de que si condigo victoria, estarás a mi lado. Y si por el contrario no la consigo, me iré con la cabeza bien alta sabiendo que he dado lo mejor de mi. He sido el mejor soldado en la guerra de mi corazón.
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Bloggers, tengo muy poco tiempo; los exámenes y tareas me tienen muy agobiados. Os dejo un texto que escribí hace unos días donde hablo del gran sentimiento, el amor. Espero que todo os valla muy bien. Solo queda daros las gracias porque sin ustedes nada sería posible. BYE BYE!
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