Nací, y para mí eras el más importante. Tú me enseñaste mis primeros pasos, palabras, besos, y todo lo que para mí iba a ser importante.
¿Porque preferste aquel alimento antes que a mí? ¿Por qué?
Papá, padre mío, cuanto te hecho de menos. Cuanto te estraño. Sé perfectamente que no te mereces nada, que me deverías de dar asco, pero NO, al contrarío, te necesito, eres inprecindible en mi vida. ¡Vuelve!
Sé que con repetir una y otra vez que vuelvas, no lo vas a hacer. Para tí existe otra vida, mala, mortifera, no tengo nada que hacer, tú fuiste quien lo elegiste. Ahora solo me queda decirte que:
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Blogger, pues la vida pasa, y como todos, momentos malos y bueno, ¿ Queréis un consejo?
SONREIRLE A TODO. Nada más que decir.
BESITOS!