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martes, 13 de noviembre de 2012

Por favor, un tren para mí.

Un día me quedé mirando pasar el tiempo en una estación. La gente parecía ansiosa, todos corrían y corrían por atrapar uno de esos trenes. Yo, sin embargo, miraba. Unos, eran felices, y la gran mayoría, lloraban. No entendía nada, pero seguía mirando.
Pasaron muchos trenes, sí, bastantes. La gente subía y mientras lo hacían, otros bajaban. Siempre el que subía, lo hacía con la mayor de las sonrisas y el que bajaba, derramaba lágrimas por donde pisaba.
Encima de mi cabeza había un gran reloj. Su continuo ritmo se marcaba en mi cabeza mientras todos se movían de un lado a otro sin motivos existentes en mi razón. Muchos me preguntaron si no tomaba ningún tren, también si no tenía prisa, y yo, sin saber por qué, movía la cabeza de derecha a izquierda sin decir palabra. La gente parecía sorprendida. ¿Por qué era tan importante coger uno de esos trenes?
Todo era cuestión de tiempo. El tiempo me dio las soluciones de todas mis dudas y planteó de manera irracional otras muchas más que sería el tiempo, y no otra cosa, quien las respondería. Quizás fui un tonto en no saber aprovechar la primera vez que pasó el tren, y por ello me encuentro aquí de nuevo, solo, esperando impaciente a que vuelva a pasar.
Cuando todos ya se habían ido, cuando en la estación solo se escuchaba el silencio de las vías, el viento de la oscura noche y mi aliento solitario en aquel lugar, cuando todo eso ocurrió, me di cuenta de que había dejado pasar tal vez un amor, una bella amistad, un sueño, o algo que ahora espero impaciente.
Las oportunidades llegan en momentos que, quizás, no sean bien recibidas. Pero una vez que las pierdes, puede pasar mucho tiempo, o quizás un jamás, para que vuelvas a encontrarlas. Así es el juego del poder y no querer y del querer y no poder. Tarde, temprano, da igual donde y como, la cuestión es saber coger el por mí, deseado tren.
                                                                      ***
Bloggers, ¿qué tal? ¿Todo bien? Hoy os dejo algo distinto, muy, muy distinto a lo que suelo publicar. La verdad es que me gusta, es una de las cosas que menos valoramos y más lamentamos. Ante todo esto, ¡todos a la estación a esperar el tren perfecto! ¡Suerte!

4 comentarios:

  1. Estoy un poco liada pero te leere, te he nominado a un premio , en Caricias olvidadas! Me encanta tu blog Alberto!

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    1. Muchísimas gracias, de verdad. Me alegra muchísimo que te guste mi blog. Mil gracias.

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  2. Es mi primera vez por tu blog y me ha encantado el texto. Y soy sincera, de verdad. Me he sentido muy identificada, tengo la misma forma de pensar respecto al tema.
    Enhorabuena, en cuanto encuentre un hueco, me leo entradas antiguas.

    Si te ves con ganas, pásate, amor.

    Un besito.
    Anais.

    Pd: Por si había alguna duda, tienes una seguidora nueva.

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    1. Muchas gracias, de verdad, me alegra un millón tu comentario.
      No dudes que cuento tenga un rato me pasaré por tu blog. Seguro que será muy bueno, tengo ese presentimiento.
      Un beso muy grande. Alberto.

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