Primero, el gran presentador, tú mismo. Presentas cada paso que das en tu vida, cada sensación, cada nuevo show, cada ilusión y cada desilusión que transcurre. Y sí, somos valientes. Afrontamos cada vida como nos toca. Mala o buena, o tal vez al revés.
Primero actúan los grandes elefantes, fuertes, valientes, con grandes pesos encima. Personas que entran en tu vida con enormes corazones, palabras, sentimientos. Lo duro es que actúan y se van.
Luego vienen los equilibristas, que se arriesgan por que todo salga bien, por tu felicidad. A veces solo hay uno, otras hay dos o tres. Son las mejores personas, siempre abandonan la función con una enorme sonrisa.
En siguiente lugar actúan los payasos. Risas y risas. Momentos únicos que nunca más volverás a vivir, pero que quedan guardados. Algunos llevan lágrimas pintadas, pero siempre intentan hacernos feliz, ya sea con lágrimas o sin ellas.
En penúltimo lugar, el mago. Ese que hace que tus sueños queden el aire y sean realidades por un tiempo. Ese que te deja asombrado con cada movimiento. Ese vividor de ilusiones.
Y por último, tú, despidiendo tu misma función. Acabando lo que para ti es importante. Por que todo al fin y al cabo acaba. Pronto o tarde. Pero siempre con un gran aplauso de las personas que te quieren.
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Bloggers, tengo muy poco tiempo. Lleno de exámenes hasta arriba, trabajos, tareas, y un sin fin de cosas que me agobian un poco. Os dejo este texto que tenía mucha ilusión de escribir. Se me ocurrió la idea el otro día pero hasta hoy no he tenido un hueco para escribir. Hasta pronto.
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