Te tengo frente a mí, con la mirada clavada en la mía. Nunca me he atrevido a decirte nada, ni siquiera a mirarte. Intento tocarte, te toco, pero tu expresión sigue siendo la misma. Empiezo a decir:
-Eres mi vida, sé que no hemos hablado ninguna vez, pero mi corazón me lo dice, estoy enamorado de ti, me gustas cada vez más, gracias a ti soy feliz, nada más que te veo se me alumbra la cara, te amo y este sentimiento es verdadero.
Suena algo; es el despertador, todo era un sueño…
No hay comentarios:
Publicar un comentario