Estas navidades, el mejor regalo eres tú.

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lunes, 26 de noviembre de 2012

Tus noches pegadas a las mías. Así, sin dejar ningún espacio vacío.

El camino de la felicidad se marcaba a cada paso que dábamos hacia la cama. Era la hora de dormir, nuestra hora de dormir. Tal vez la gente estaría en la calle, dando un paseo y disfrutando de la bonita luna que había esa noche. Tal vez, pero nosotros disfrutábamos de nosotros. Cada beso recorría todo mi ser entrando por mis labios y saliendo por la punta de mis dedos. Energía unida a la pasión que sentían dos cuerpos en pleno anochecer. Placer y una dulce excitación tan increíble que no dudábamos ni un segundo en mirarnos y sentir la plena felicidad de nuestros ojos. Había magia, y desde entonces creímos en ella.
Al tocarte, sentía como cada poro de tu piel se adentraba en mis adentros y bailaban al son de unas voces que sonaban tan bonitas en el silencio de la noche, que solo nosotros eramos dignos de escucharlas. Yo te quería en tu más plena absorción y tú me querías completamente a besos. A cada segundo, subía un nuevo escalón que me hacía llegar más dentro de ti. Quizás llegara a ver tu corazón. No lo sé, no sé nada, o mejor, no sabía nada en ese momento, solo podía sentirte, nada más estaba frente a mí, eramos nosotros en un lugar de nadie y de nada. 
Conocí todo el universo mezclado a ti como una pura reacción química de amor. Vi las estrellas sin ver el cielo y el cielo sin ver las estrellas. Parecía estar esperando aquel momento. Siempre lo soñaba, noche tras noche, un difuso sueño se aparataba para dejar ver aquella noche una bonita historia de amor sin un para siempre definido pero con rumbo a hacerlo. 
Tenía la cabeza apoyada en tu pecho cuando escuché:
-Las noches son el mejor momento para sentir el amor, y por eso quiero que a partir de ahora todas tus noches sean mías.
                                                                               ***
Bloggers, he tardado mucho en actualizar. Lo sé y lo siento muchísimo. La imaginación la tengo perdida y los exámenes me la pierden aún más. Os dejo algo muy pasional, muy puro ¿verdad? ¡Espero que os guste! 

lunes, 19 de noviembre de 2012

¿Habéis oído hablar de las segundas oportunidades? Sí, es que ando buscándolas.

¿Existen las segundas oportunidades? ¿Existe el saber que un error puede curarse y que volverás a empezar de nuevo? ¿Existe el segundo amor de tu vida? ¿Existe la segunda sonrisa después de una lágrima intermedia entre la primera y ésta? ¿Existen o no existen esas cosas que tanto buscamos?
Y pienso que todos sois partidarios de que un día, el que sea, tal vez hace un año, dos, o simplemente hace unas horas, ocurrió algo. Algo especial, algo bonito que hechizó tu corazón desde el momento uno, de estas cosas que, sin querer, las llevas presente toda la vida. Y ese algo, tan bonito en ese momento, se evaporó en el tiempo, desapareció como si un mago hubiera cogido tu vida como ejemplo para demostrar ante un gran público su poder de hacer desaparecer cosas. Sí, ha desaparecido, pero la diferencia entre el mago y la realidad es muy exacta. El mago, tan poderoso, puede hacerla traer de nuevo, solo fueron unos minutos de angustia por saber donde había llevado aquel señor tu vida, del otro modo, la realidad se lleva tu vida en tan solo dos escasos segundos, y no solo eso, también la destruye y no te la devuelve jamás. Era tu vida. Ahora, solo es un millón de pedazos por todo el suelo, momentos, caricias, felicidades llenas de sonrisas perfectas, un beso y tus lágrimas bañando todo de sufrimiento.
¿Dónde quedó todo aquello que construí? ¿Y aquel beso que tanto deseé? ¿Por qué todo ha desaparecido en la perdida niebla de este caos? ¿Merezco este castigo que duele cada día más? Sin respuestas, sin nada, se ha ido tu vida sin decirte ni siquiera un bonito adiós. Y esperas que vuelva de nuevo, al menos tu segunda oportunidad, tus segundas veces, tu segundo beso, tus sonrisas más perfectas en la segunda intención, esas carias dispuestas a recorrer todo tu cuerpo... Sin embargo, no haces más que escuchar por todos lados que  eso no existe, que solo es fruto de la esperanza de la gente que ha perdido todo. Entonces me pregunto,  ¿debo seguir esperando o estaré esperando para siempre sin esperar nada?
                                                                      ***
Bloggers, demasiado tiempo he tardado yo ¿verdad? Lo siento, mi imaginación está por los suelos. Me he puesto ha escribir muchas veces, y después de tanto borrar y volver a escribir, este es el resultado. Sí, no es nada 'happy', pero es lo que ha salido. Tal vez, bueno, seamos realistas, todos alguna vez hemos tenido miedo a las segundas oportunidades. Ya hubo una, y si necesitamos otra es que no fue del todo bien...

martes, 13 de noviembre de 2012

Por favor, un tren para mí.

Un día me quedé mirando pasar el tiempo en una estación. La gente parecía ansiosa, todos corrían y corrían por atrapar uno de esos trenes. Yo, sin embargo, miraba. Unos, eran felices, y la gran mayoría, lloraban. No entendía nada, pero seguía mirando.
Pasaron muchos trenes, sí, bastantes. La gente subía y mientras lo hacían, otros bajaban. Siempre el que subía, lo hacía con la mayor de las sonrisas y el que bajaba, derramaba lágrimas por donde pisaba.
Encima de mi cabeza había un gran reloj. Su continuo ritmo se marcaba en mi cabeza mientras todos se movían de un lado a otro sin motivos existentes en mi razón. Muchos me preguntaron si no tomaba ningún tren, también si no tenía prisa, y yo, sin saber por qué, movía la cabeza de derecha a izquierda sin decir palabra. La gente parecía sorprendida. ¿Por qué era tan importante coger uno de esos trenes?
Todo era cuestión de tiempo. El tiempo me dio las soluciones de todas mis dudas y planteó de manera irracional otras muchas más que sería el tiempo, y no otra cosa, quien las respondería. Quizás fui un tonto en no saber aprovechar la primera vez que pasó el tren, y por ello me encuentro aquí de nuevo, solo, esperando impaciente a que vuelva a pasar.
Cuando todos ya se habían ido, cuando en la estación solo se escuchaba el silencio de las vías, el viento de la oscura noche y mi aliento solitario en aquel lugar, cuando todo eso ocurrió, me di cuenta de que había dejado pasar tal vez un amor, una bella amistad, un sueño, o algo que ahora espero impaciente.
Las oportunidades llegan en momentos que, quizás, no sean bien recibidas. Pero una vez que las pierdes, puede pasar mucho tiempo, o quizás un jamás, para que vuelvas a encontrarlas. Así es el juego del poder y no querer y del querer y no poder. Tarde, temprano, da igual donde y como, la cuestión es saber coger el por mí, deseado tren.
                                                                      ***
Bloggers, ¿qué tal? ¿Todo bien? Hoy os dejo algo distinto, muy, muy distinto a lo que suelo publicar. La verdad es que me gusta, es una de las cosas que menos valoramos y más lamentamos. Ante todo esto, ¡todos a la estación a esperar el tren perfecto! ¡Suerte!

jueves, 8 de noviembre de 2012

Ya sé que no volverás, pero me gusta pensar que lo harás.

Pensamos en los prohibido sin darnos cuenta de que dejamos volar lo permitido. Besamos tantos momentos que se nos pasa que dejamos volar infinitas eternidades. Y mientras pensamos, lloramos. Y si besamos, nos volvemos locos. Pero eso suele durar poco. Total, un cúmulo de subidas y bajadas, sonrisas que rozan el cielo y lágrimas que destrozan las estrellas. Todo acompañado de una dulce melodía de fondo, donde unos dedos se funden en el piano como mis manos en tu cuerpo. Y también en el fondo, la esperanza, brillando como una estrella más en el cielo, como siempre. Ese '¿Y si vuelve...?' o 'Tal vez vuelva...', o mejor ese 'Volverá si tiene que volver.' solo nos agota y nos come pedazo a pedazo nuestra cabeza. Nos consume. Nos mata. Y todo por dentro.
¡Mírame! ¿Ves? ¿Lo ves? Estoy totalmente herido en un mundo donde las heridas van al montón de basura de todos, y allí, se quedan olvidadas para nunca. Y nunca es nunca, así como siempre es siempre, pero nunca se cumple. Siempre gana el nunca aunque expresa menos que el siempre. Mis heridas son causadas por el siempre y protegidas por el nunca. Y así vivo, a contratiempo de dos tiempos perdidos en la ignorancia de muchos y muerto de amor por algo que espero impaciente, pero no llega.
¿Ves mis lágrimas ahogadas? ¿Ves mi gran disfraz de sonrisa? ¿Ves el dolor de mis ojos, de mi boca, de manos...? ¿Ves todo lo que has causado por prometer un siempre que nunca se cumpliría? ¿Ves cuanto dolor existe en mí? ....espero que lo veas, porque es tuyo.
                                                                                ***
Bloggers, ¿qué tal? ¿Bien? Por aquí todo va pasando, los días, los sentimientos, los exámenes  y un cúmulo de cosas muy grande. No todo siempre es alegría, por suerte y por desgracia. Amor, pero que duro amor... Volveré pronto, o eso creo yo. 

sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Y tú me lo preguntas? ¿Tú que solo tienes que mirarte sobre el espejo?

Llegará el día en el que ni tú ni yo seamos recordados. Llegará el día en el que ningunos de nuestros besos queden en el aire como gotas permanentes. Llegará el día el que tus palabras no sonarán en mis oídos y a penas pueda extrañarlas. También llegará el día en el que la luna, con la misma intensidad que nos alumbró, ya no presencie ese bonito silencio que compartíamos ante ella, amándonos, buscando en el cielo una sonrisa más que pudiésemos compartir. Todo lo que tengo es para ti, porque yo soy tú y sin ti no soy nada. 
Esos días llegarán y pasaran en el olvido de quien los viva. Mientras tanto, vivamos nuestro puro amor a contra tiempo de un beso eterno. Seamos lo inesperado de cada uno, la sorpresa de un amor que gana fuerza en cada instante. Crucemos la barrera de lo imposible y  seamos juntos el infinito que tanto deseamos. Y por desear, desearnos juntos enredados bajo el manto blanco que presencia la pasión de dos cuerpos amados. Mirar las estrellas y que ellas vean como juntos, pedimos nuestros más dulces deseos. Y yo te pido a ti y tú me pides a mí. Tú y yo, elemental.
Quiero compartir un secreto oculto en la y que nos separa. Solo lo sabremos nosotros, los dueños del mayor deseo mutuo, dueños de la sonrisa al mirarnos a los ojos. Todo terminará sin ser revelado, una promesa que cumpliré como lo más valioso. Y es verdad que el destino puede con todo, pero es una de las pocas cosas, que por mucho que quieras, no puedes escoger. Estamos juntos gracias a él. Aún así, no hubiera dudado ni un segundo en elegirte si pudiera elegirlo.
-¿Qué es amor? -¿Y tú me lo preguntas? Amor eres tú. 
                                                                           ***
Bloggers, volví y tengo muy pocas cosas que decir. Fiestas y unos días de descanso. Una entrada de amor, como os tengo acostumbrados. Tengo algo nuevo en la cabeza pero tengo que sentarme a escribirlo. ¡Hasta entonces!